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Primer intento chileno por llegar al espacio

El 21 de enero de 1962 se ejecutó desde el sur de Rocas de Santo Domingo el exitoso lanzamiento de un cohete experimental denominado "Epsilon 1"por el Centro de Investigación de Cohetería y Astronomía del Ejército.
Cuando Chile preparaba su Mundial de Futbol 1962, un grupo de amantes de la cohetería liderados por Rodrigo de la Vega, se instalaron en el campo de Santo Domingo para lanzar un cohete de 120 kilos de peso y 3.55 metros de largo. El lugar, ubicado a unos pocos kilómetros al sur del balneario, fue bautizado como "Cañaveral", imitando el nombre del centro de lanzamientos ubicado en Florida, Estados Unidos.
La carrera espacial entre la URSS y EE.UU. acaparaba la atención de muchos entusiastas que por sus propios medios intentaban sus experiencias. Fue tal el impacto de este lanzamiento en la comuna parque, que la revista Ercilla le dedicó su portada y las páginas centrales con fotografías y un detallado relato de lo sucedido. El lanzamiento fue exitoso, ya que el cohete Epsilon 1, se elevó 20 kilómetros durante 37 segundos. A la prueba asistió personal del ejército que puso a disposición del grupo varios elementos técnicos que aseguraron el éxito de ese primer intento chileno por llegar al espacio.
*Texto y material de archivo por Luis Valderas

Biografía: Lidia González Arraño (1913-2004) dirigenta de Confederación Nacional de Suplementeros

Lidia González Arraño, gran dirigenta del gremio suplementero de Chile, nació en Valparaíso en 1913. A muy temprana edad emigró a Santiago. En un colegio capitalino conoció al que más tarde sería su esposo, José Rigoberto García, quien la trajo a San Antonio a fines de la década de 1950.

En el puerto sanantonino su primera incursión comercial la tuvo en el rubro gastronómico, con una cocinería en el antiguo mercado comunal.

Poco después instaló en Avenida Centenario un quisco de diarios y revistas, frente a la Panadería El Nogal, oficio que con el paso del tiempo le permitió vivir, alcanzar la felicidad, criar a sus hijos y convertirse en madre absolutamente realizada.

Con la apertura de este segundo negocio, ella fortaleció su vocación sindical, comprometiéndose en su lucha por las reivindicaciones de los suplementeros, tarea que inició en 1966 cuando se hizo dirigenta de San Antonio.

En su larga trayectoria sindical ayudó a reorganizar el Sindicato de San Antonio e integró por más de 25 años la Confederación Nacional, pasando por todos los cargos hasta convertirse en su presidenta.

Su liderazgo y simpatía le permitieron alcanzar honores como ser declarada, a los 88 años de edad, Ciudadana Ilustre de San Antonio en el año 2001 en reconocimiento a su labor en la provincia. Ya antes había sido coronada reina del Club del Adulto Mayor “Amor y Esperanza” de la comuna puerto.

Su labor se tradujo en una gran gestión que posibilitó la compra del predio donde hoy se emplaza la sede de la entidad, ubicada en Avenida Barros Luco frente al Estadio Municipal de Barrancas.

Consideraba que uno de sus mayores logros sindicales fue ser gestora de los Encuentros Nacionales de la Mujer Suplementera. Además, en su vasta trayectoria también destacó su activa participación en la formación de sindicatos a nivel nacional. De hecho, en Antofagasta le pusieron su nombre a la rama femenina del sindicato, en reconocimiento a sus aportes.

Siempre defendió las reivindicaciones de los suplementeros con pasión y valentía. Recibió un gran número de condecoraciones, galvanos, diplomas y regalos, en diferentes ciudades.

Falleció en su hogar, el 23 de diciembre de 2004 a los 92 años de edad, había enviudado muy joven. Dejó siete hijos: Ada, Solange, sor María Consuelo de Jesús, Orquídea, Rigoberto, Waldemar y Nelson. De ellos 4 siguieron su camino, ejerciendo como suplementeros en San Antonio.

Lidia González quedó en la historia del gremio de suplementeros como la primera mujer que integró la directiva de la Confederación Nacional, ejerciendo los cargos de presidenta, tesorera y secretaria, por 25 años.

Su labor como dirigenta fue fundamental para potenciar el gremio de los suplementeros tanto a nivel local como nacional.

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Creación Sociedad de Las Bodegas

Un 2 de enero de 1873, se crea la Sociedad de Las Bodegas para comprar y explotar el establecimiento y bodegas situadas en Puerto Nuevo (Cartagena) y construir otras en Puerto Viejo (San Antonio).
En un hecho fundamental para el desarrollo económico de la zona, un grupo de promotores del progreso creó una nueva empresa con el deseo de acrecentar bienes y que daría óptimos frutos al porvenir del puerto. Se formó así la Sociedad de Bodegas del puerto de San Antonio.
Los accionistas que comparecieron ante el notario don Ramón E. Rengífo, el 2 de enero de aquel año, para oficializar el instrumento público que contenía los estatutos respectivos fueron Manuel Egidio Ballesteros, por 5 acciones; Vicente Balmaceda, por 5; Pedro José Barros B., por 25; Lauro Barros, por 25; Emilio Concha y Toro, por 10; Melchor Concha y Toro, por 10; Joaquín Díaz Besoaín, por 1; Ramón Eyzaguirre, por 2; Donato Morel, por 2; Enrique de Putrón, por 4; Marcelo Salas, por 1, y Francisco Subercaseaux, por 4.
La sociedad fue establecida con el objeto de comprar y explotar el establecimiento y bodegas, situados en el puerto nuevo de San Antonio, y construir nuevas bodegas en el puerto viejo de San Antonio, Asimismo, se informó que se iba a extender el negocio a la compra y venta, por cuenta propia y ajena, de trigo, cebada y otros frutos del país que llegan a depósitos en dichas bodegas.
La sociedad tendría una duración de diez años, prorrogadas por acuerdo de los accionistas. Se constituyó el capital con 180 acciones de mil pesos, que podría aumentarse en cincuenta mil pesos más si lo acordare la misma junta general.
 
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