El 20 de abril de 1942, amaneció esplendoroso San Antonio. Todo era animación y actividad en las casas del Fundo de Llolleo. Ese día, a las 08.00 hrs comenzó el trabajo de colocar en grandes carretas las cinco piezas de fierro y de concreto que componen la estatua del colosal Cristo del Maipo. Todas ellas fueron convenientemente protegidas con maderas por todos lados. Se colocó abundante lecho de paja para evitar cualquier accidente.
Dos horas después las carretas llegaron al lugar elegido en la colina de 120 metros de altura, en lo más alto de Llolleo, con sublime vista al mar y a Tejas Verdes. Tras un arduo trabajo, los 25 operarios consiguieron colocar en sus sitios, una a una, las piezas del monumento. Desde ese día, se yergue imponente la obra del artista Domingo García Huidobro Fernández, que veía terminada su obra más importante.
Las campanas de la iglesia parroquial fueron echadas al vuelo, tres salvas conmovieron a la población. Todos salieron de sus casas a mirar el cerro y ver el Cristo en su cruz.
El 3 de mayo de ese año 1942 se realizó la inauguración y bendición del monumento Cristo del Maipo de Llolleo por el Arzobispo de Santiago don José María Caro Rodríguez, en presencia de autoridades religiosas, civiles y gran número de feligreses.
JGV