BiblioRedes Panguipulli Presenta el libro destacado de la semana: "El resplandor" de Stephen King
Publicado el Abril 28, 2016 - 09:01
Si alguna vez te has preguntado por qué algunos piensan que los gatos negros traen mala suerte, por qué los cuervos son considerados pájaros de mal augurio o por qué una casa deshabitada da tantos escalofríos, seguramente encontraras las respuestas haciendo un examen no demasiado concienzudo sobre historia de la literatura moderna. Tanto Edgar Allan Poe como H.P. Lovecraft son mundialmente conocidos por su incalculable aportación a la novela gótica y de terror, siendo ambos autores de algunos de los más terroríficos e inquietantes relatos que alguna vez hayáis podido escuchar. Sin embargo, aunque Poe y Lovecraft fueron los padres fundadores del terror a lo largo del siglo XIX y principios del XX, hoy día, el maestro indiscutible de este género y el que ha sabido explotarlo hasta límites insospechados, es sin duda alguna, Stephen King. El resplandor es una de sus primeras novelas y también una de las más conocidas, gracias a la adaptación que hizo en 1980 el director estadounidense Stanley Kubrick y en la que pudimos ver a un excepcional Jack Nicholson en el papel de Jack Torrence, un atribulado padre de familia que se ve obligado por asuntos económicos a permanecer todo un invierno aislado en un antiguo hotel de lujo junto a su mujer y su hijo. La tarea de Jack no es muy complicada: tan solo debe ocuparse de mantener en buen estado las instalaciones del hotel, pero las condiciones extremas en las que se desenvuelve día tras día harán tambalear los cimientos de su misma cordura.
En El resplandor, Stephen King nos narra la historia de una familia totalmente resquebrajada que está dispuesta a emprender un último viaje en busca de la solución a sus crecientes problemas. Jack Torrence era un reputado profesor hasta que hace algún tiempo se abandonó a la bebida y fue despedido por emprenderla a golpes con uno de sus alumnos cuando lo pilló reventándole las ruedas del coche. A raíz de su alcoholismo, Jack tiene cada vez más dificultades para contener su mal genio, algo que podría costarles muy caro al resto de sus familiares. Por otro lado, Wendy es una obediente ama de casa, con pocas aspiraciones en la vida que no sean la de proteger a su pequeño Danny de las garras de su padre. Desde que era apenas una niña, Wendy vive con el miedo instalado en su cerebro: miedo a la ira de Jack, miedo a que le pase algo malo a su hijo y sobre todo, miedo a repetir los mismos errores que cometió su madre con ella en el pasado. En último lugar, está Danny Torrence, un joven enamorado de su padre y cuya mayor particularidad es la de poseer un don gracias al cual puede leer los pensamientos de la gente que le rodea, ver imágenes terribles que nadie más puede mirar y hablar con un extraño amigo llamado Tony. Un día, el padre de Danny recibe una oferta de trabajo más que tentadora: durante la larga temporada de invierno como conserje en un hotel enclavado en las Montañas Rocosas, completamente deshabitado y aislado por las fuertes nevadas. La familia de Jack necesita desesperadamente el dinero que supondría ese trabajo, sin embargo, Tony advierte a Danny a través de una estremecedora visión de los terroríficos peligros que aguardan en el Overlook y le aconseja que no se acerque al hotel bajo ningún concepto.
"Era el lugar que había visto en medio de la ventisca, el lugar oscuro y retumbante donde una imagen aborreciblemente familiar lo buscaba a lo largo de oscuros corredores. El lugar contra el que lo había prevenido Tony. Era allí, estaba allí, fuera lo que fuera Redrum, estaba allí..."
Finalmente, el dinero puede más que las premoniciones de Danny y la familia Torrence se embarca en un viaje hacia las escarpadas cimas donde aguarda el Overlook su visita. Allí Danny conoce al cocinero, un simpático afroamericano llamado Dick Halloran, quien comparte el mismo don para leer y proyectar pensamientos en la mente de los demás, una habilidad que Halloran denomina "el esplendor" y que Danny, a pesar de su corta edad, parece tenerla desarrollada hasta límites desconocidos. Una vez que los Torrence se quedan solos en el hotel es cuando empieza la verdadera historia de El resplandor y la narración se pone más interesante. A través de un estilo sencillo pero bien hilado, Stephen King describe los primeros meses de estancia en el hotel como un período de adaptación entre el Overlook y sus despreocupados habitantes, una especie de toma de contacto con los quehaceres diarios durante el cual los miembros de la familia Torrence van asimilando la idea de pasar tanto tiempo solos en un lugar tan inhóspito y deshabitado. Sin embargo, este período previo a las primeras nieves, es al mismo tiempo una perfecta oportunidad para el Overlook de sembrar en sus inquilinos la semilla del terror y la angustia. Como si de un personaje más se tratase, Stephen King ha hecho una labor magistral a la hora de caracterizar el Overlook, un hotel que hace gala de personalidad propia y que a lo largo de los años ha sido testigo de numerosos y violentos crímenes cometidos entre sus muros. Y ahora que los Torrence viven bajo su techo, el Overlook está dispuesto a despegar todas sus armas para completar un horrible historial de sangre y sufrimiento.
"El hecho de que volviera a escribir la llenaba de esperanzas, no porque esperara mucho de la obra, sino porque tenía la impresión de que su marido estaba cerrando lentamente una puerta que daba a una habitación llena de monstruos"
Uno de los aspectos más sobresalientes de El resplandor es, sin duda, el carisma de sus personajes. Tanto Jack, como Wendy y el pequeño Danny nos acompañan durante más de 600 páginas sin llegar a aburrirnos ni un solo momento a pesar de ser los únicos personajes sobre los que gira el argumento de la novela. Los tres hacen gala de un desarrollo espectacular, teniendo en cuenta cómo eran antes de pisar el Overlook y cómo se van transformando a medida que el hotel va ejerciendo su incansable presión sobre nuestros protagonistas. Jack se verá constantemente atenazado por su adicción a la bebida: sabe que si vuelve a emborracharse se convertirá en una amenaza para sus seres queridos, sin embargo, la abstinencia despierta sus instintos más agresivos, algo que el Overlook no dudará en aprovechar para llevar a cabo su propósito. En el lado opuesto, Danny, que gracias a su habilidad parece un niño mucho más maduro de lo acostumbrado y con unas reflexiones impropias de su edad, poco a poco irá combatiendo las fuerzas malignas que intentan adueñarse de su padre.
Un rasgo que también permanece constante es el increíble uso que King hace de las metáforas. Tal y como ocurre en otros libros suyos como Misery, Stephen King se sirve de experiencias pasadas de los personajes (El baile de máscaras, el avispero, la caldera del sótano, etc...) para compararlas con sus vivencias actuales y darnos pequeñas pistas sobre acontecimientos futuros. El resultado es poco menos que espectacular. Pero si por algo este libro ha de pasar a la historia es, bajo mi punto de vista, por la fabulosa analogía que hace en su libro con el relato de Edgar Allan Poe La máscara de la Muerte Roja, una historia en la que la Muerte se introduce en un baile de máscaras para asesinar a todos sus invitados cuando llega la medianoche; un relato que viene a simbolizar a la perfección las verdaderas entrañas del Overlook y su macabro objetivo.
"Jack imaginó a los hombres más ricos de Norteamérica y sus esposas en el comedor. [...]
Y luego, a medianoche, el propio Derwent gritando:
-¡Quítense las máscaras!
Y tras descubrirse... Sobre todos ellos La Muerte Roja"
Poco más puedo decir de este fantástico libro, salvo que el final me pareció extremadamente increíble. De buena gana le pondría la máxima nota, pero he de reconocer que por extraño que parezca, no es de los mejores libros de King: El resplandor es una obra que viene a corroborar las razones por las que cada día más gente se enamora de la forma de escribir de Stephen King. Estamos ante un libro aterrador, no porque esté repleto de escenas sangrientas y desagradables, como mucha gente acostumbra a pensar, sino por la manera tan sobrecogedora de describir la psicología humana, nuestros deseos, nuestras motivaciones, nuestros más oscuros pensamientos, nuestras mayores preocupaciones. El resplandor es, a su modo, un retrato terroríficamente realista sobre el alcoholismo, el miedo y las capacidades sobrenaturales de nuestro cerebro, un órgano que casi siempre juega con nosotros a su malévolo juego, con sus malévolas reglas.
Fuente:generacionreader.blogspot.cl