Miguel Muñoz Villegas, profesor y artista en yeso de la ciudad de Molina, ha dedicado parte importante de sus 40 años de edad al arte del yeso, llevando sus técnicas a distintas ciudades.
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PISADA DE UVA FESTIVAL DE LA VENDIMIA DE MOLINA
PISADA DE UVA
El lagar y la pisada de la uva forman parte importante del paisaje cultural del mundo del vino y de la creación artística de los pueblos viticultores. En la civilización egipcia y en la antigüedad romana se realizaron representaciones iconográficas de lagares y pisadas de uva. La pisada de la uva ha construido una larga tradición como escenario de convergencia entre lo económico y lo social; lo individual y lo colectivo (amor, amistad); lo laboral y lo lúdico; la nutrición del cuerpo (alimento) y del alma (arte).
Los pueblos viticultores descubrieron que la dura tarea de pisar la uva en el lagar se realizaba con mayor eficacia si se llevaba a cabo con determinados ritmos. Se incorporó entonces la música y el trabajo se convirtió en danza. El lagar se fue erigiendo, entonces, en una suerte de vórtice, que permitía pasar del sacrificado mundo laboral al alegre espacio de la fiesta. y se hizo cada vez más difícil separar uno del otro.
La uva se ha pisado tradicionalmente con pie de hombre, desde los orígenes de la historia del vino, en las antiguas culturas de Egipto, Cartago y Grecia, hasta las transformaciones industriales de fines del siglo XIX. Durante miles de años se fortaleció el significado del lagar como espacio vinculado a la vida, la alegría y el encuentro. De esta forma, el lagar y la pisada de la uva fueron modelando los sistemas simbólicos de los pueblos viticultores. En la última centuria se dejó de pisar la uva a pie, para molerla con medios mecánicos. Sin embargo, en los últimos años se observa una recuperación de los métodos tradicionales.
La pisada de la uva a pie en lagar artesanal está resurgiendo. Se percibe un proceso de recuperación de estas prácticas debido, precisamente, a la fascinación que producen en el público.(Extracto)
FESTIVAL FOLCLÓRICO DE LA VENDIMIA DE MOLINA
El origen del Festival Folclórico de la Vendimia de Molina surgió como un proyecto de autogestión a nivel comunal, sin la participación de asociaciones de estudiantes u organizaciones político-partidistas. Nació en 1970 como un proyecto de la Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, que buscaba encontrar nuevas alternativas de financiamiento, más rentables que los tradicionales bingos y rifas a beneficio. La idea de organizar un festival de la canción que fuera a beneficio de una de las Compañías de Bomberos de la ciudad era una opción que podría asegurar, si se organizaba de la manera correcta, una buena recaudación (superior a la que se lograría con un bingo o una rifa) que sirviera para adquirir bienes específicos. La organización del Festival recayó sobre un grupo de voluntarios de la Primera Compañía, quienes optaron por darle un carácter temático, ligando la música folclórica, y su carácter de fiesta de la vendimia. Como hemos visto, la decisión de darle la categoría de festival folclórico puede entenderse dentro del marco de las tendencias de la época. (Extracto)
TALABARTERIA
PABLO RIOSECO, es un artesano de la comuna de Molina, experto en el confección de dichos artículos como: cinturones, riendas, billeteras, bolsos, etc.
La talabartería es el arte de trabajar y confeccionar diversos artículos de cuero o guarniciones para caballerías y se puede referir tanto a los establecimientos donde se venden artículos de cuero para caballerías, o al arte de fabricar estos artículos. En ocasiones también se utiliza el término para indicar el trabajo artesanal con cueros, con diversos fines (no necesariamente asociados a los caballos).
También se le llama guarnicionería, y ambos términos provienen del antiguo cinturón que se usaba con tiros para colgar la espada (indumentaria de cuero llamada talabarte o guarnición).
Se encuentra ubicado en el mercado de la ciudad.