“Cartas sin Dirección” es una invitación para que personas jóvenes privadas de libertad cuenten sus vivencias y reflexionen a través del género epistolar. El remitente debe ser alguien o algo que no podrá responderles, pero que les permitirá expresar una historia que pocas veces se conoce. Este año 2024, se presentó la cuarta versión del libro que reúne los trabajos enviados al concurso “Cartas sin Dirección” y sus textos reflejan los lazos entre vulneración, abandono y delincuencia.

 “Que todo esto sea un sueño, despertar y no estar aquí encerrada. Deseo la libertad de mi familia, estar todos juntos y no volver a lo mismo”, escribe Andrea en una de las más de setenta “Cartas sin Dirección” que reúne el libro editado en 2024 por el proyecto de Espacios de Patrimonio y Cultura en Centros de Justicia Juvenil, administrado por BiblioRedes. Esta iniciativa, que forma parte de los Proyectos Inclusivos de BiblioRedes, ha permitido instalar espacios patrimoniales y culturales, con laboratorios de computación, bibliotecas, ludotecas y colecciones de cine, en 11 centros de justicia juvenil administrados tanto por Sename como por el nuevo Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil.

En estos Espacios, ubicados desde Iquique hasta Coyhaique, se desarrollan actividades artísticas y de fomento lector, además de capacitaciones, que buscan contribuir a los procesos de reinserción social de las personas jóvenes que cumplen condenas de privación de libertad. Dentro de estas actividades, el concurso “Cartas sin Dirección” convoca a cientos de jóvenes para que escriban sus vivencias y las compartan. “Hay algunas que duele leerlas, es tanto lo que parecen revelar de un corazón que ha pasado por tanto. Y, sin embargo, incluso en medio de esa angustia, se asoma un luz”, señala María José Navia, escritora y jurado del concurso.

El proyecto de Espacios de Patrimonio y Cultura en Centros de Justicia Juvenil busca llegar a todas las personas jóvenes privadas de libertad con recursos de aprendizaje y creatividad que permitan cumplir el objetivo de que abandonen las conductas delictuales y se reinserten positivamente en la sociedad. “Conscientes del poder de las letras, continuaremos trabajando para fortalecer y expandir la oferta de estos Espacios de Patrimonio y Cultura, tanto en Centros de Justicia Juvenil como en otros ámbitos donde la cultura pueda ser un recurso esencial para el desarrollo de nuestra sociedad”, afirma Nélida Pozo Kudo, directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.