Theodoros Nakos es un astrónomo griego residente en Chile que ha trabajado en algunos de los proyectos más importantes del mundo. En la Biblioteca Andrés Araya de Pudahuel, compartió su experiencia, sus investigaciones e imágenes de miles de millones de años en el pasado del espacio, con estudiantes del Liceo Monseñor Enrique Alvear.

“En el llano de Chajnantor ubicado en el Desierto de Atacama, uno de los lugares más secos y altos de la Tierra, una suave ‘lluvia’ está cayendo. Es luz en longitud de onda milimétrica y submilimétrica que viene desde el espacio, un recurso natural escaso y precioso.” Así comienza la descripción del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), uno de los mayores proyectos astronómicos del mundo y que se ubica en nuestro país.

En este proyecto trabaja Theodoros Nakos, un físico y astrofísico formado en Grecia y en Bélgica, que participó también como científico de pruebas en la elaboración del telescopio James Webb, el telescopio espacial más grande y avanzado que existe. En resumen, una eminencia de la astrofísica, que confirma que nuestro país es la capital mundial de la astronomía, un lugar único por las posibilidades de investigación que ofrece.

A partir de las gestiones realizadas por el área de Extensión de BiblioRedes con el área de Educación y Extensión del Observatorio Alma, con el apoyo de la coordinación de bibliotecas públicas de la Región Metropolitana, Theodoros recibió con gran entusiasmo la invitación para compartir con estudiantes y conversar sobre ciencia, tecnología y las nuevas posibilidades laborales y académicas que existen en Chile por la gran presencia de proyectos astronómicos.

“Se necesitarán muchos puestos no sólo para astrónomos. También para ingenieros civiles y técnicos de distintas áreas, ingenieros de software, expertos en datos y, claro, tienen que hablar inglés. Pero con mucha motivación y estudios, los profesionales chilenos pueden participar en proyectos muy entretenidos, al más alto nivel mundial”, dice Theodoros.

El grupo de jóvenes estudiantes del Liceo Monseñor Enrique Alvear lo escucha con entusiasmo, tal vez están pensando en una ingeniería, tal vez están soñando con la lluvia de ondas milimétricas y submilimétricas que llegan al Desierto de Atacamas desde estrellas ubicadas a miles de millones de años luz.

Después de muchas y muy buenas preguntas, quedan todavía un sinfín de nuevas preguntas por responder, que seguro alimentarán la clase de física por el resto del año, seguramente más. Junto a su profesora de física y al jefe de la Unidad Técnica Pedagógica, el grupo se despide agradecido y lleno de nuevas ideas. Con más ciencia, tecnología y patrimonio astronómico chileno difundido por BiblioRedes.