En el Día del Libro

 

                                                                 Artículo publicado en diario virtual Somos9

La celebración del Día del Libro nos vuelve al país de la infancia, ese territorio mágico del que todos fuimos exiliados. Aquel maravilloso libro que nos permitió juntar las letras y las silabas para un día deslumbrarnos cuando descubrimos que sabíamos leer.

Más tarde vendrían las lecturas que nos hicieron vivir y viajar por paisajes y parajes que desbordaron nuestra imaginación. Dimos la vuelta al mundo con Julio Verne, nos batimos en las luchas de Sandokán, viajamos en los barcos piratas para rescatar tesoros escondidos en el fondo del mar. Así pasaron los años y avanzamos en el tiempo para seguir al hidalgo caballero y a su fiel escudero Sancho por las Serranías de Castilla, entre chopos y molinos de viento. Luego nos deslumbraríamos con la eterna poesía: sufrir y padecer con los “20 Poemas de Amor”, perseguir el vuelo de las oscuras golondrinas de Becker, llorar con la pena de Efraín, el doliente enamorado de la frágil y tierna “María “, llegar a Macondo para encontrarse frente a frente con el Coronel Aureliano Buendia, aquél de la estirpe de “100 Años de Soledad”.

Por último, tomar el último tren nocturno para viajar a la aldea de los Ángeles y de los gorriones, y llegar al pueblo fantasma para refrescar la memoria de los días festejados.

Gracias libros siempre amados.