Abril el mes de libro

En el marco de la celebración del día mundial del libro y del derecho de autor la biblioteca publica N° 68 Vicente Huidobro durante el mes realizara distintas actividades para fomentar el habito a la lectura en la comuna.

El viernes 15 de abril se dio comienzo al  Taller literario de otoño que tiene como fin la creación y crítica literaria, este se realiza en las dependencias de la biblioteca en la calle San Fuentes #2365, los viernes desde las 16:00 hasta las 17:30.

El miércoles 20 de abril se realizo la celebración del día del libro con los socios de nuestra biblioteca, otorgándonos la oportunidad de realizar viajes en el tiempo y en el espacio a través de las diferentes experiencias a la hora de enfrentar un libro y el lunes 25 se celebro con los niños y niñas del jardín infantil Pececitos de Colores, con quienes se compartió la obra de teatral.”La Bruja Aguja” de Ana María Gúiraldes.

"Leer es amar"

Leer es comprender y comprender es “abrazar, ceñir, rodear por todas partes algo”. Es como la maravilla del amor. Nadie puede obligarnos a amar y nadie puede obligarnos a leer. Es sencillo: para leer hay que amar.

Es la acción voluntaria de enamorarse de algún texto y el amor por la lectura se aprende, aunque no sé si se pueda enseñar. Algunas autoridades hablan de incentivar, intelectuales dicen que hay que contagiar leyendo. Yo diría que un libro debe enamorar y punto.

Y tantos libros existen y muchos otros nacen día a día que es muy probable que exista al menos un libro en el mundo que espere por ti.

Para leer hay que, como dice la Real Academia de la Lengua Española, “pasar la vista por lo escrito o impreso…”; pero también dice que hay que hacerlo “comprendiendo la significación de los caracteres empleados”. Y ahí está el factor humano, social, la convención cultural de integrar al conocimiento los símbolos que nos representan la realidad.

El amor por la lectura contiene a la razón, luego la voluntad que permite darle valor a las cosas, en este caso valorar el libro: amarlo.

Y es verdad. La razón es reductora. La realidad termina pasando por el tamiz de la razón para convencernos de que existe. Pero el libro -la teoría (la contemplación) y la poesía (la producción)- nos abre los ojos al mundo, al misterio, nos ayuda a escapar de la incertidumbre y nos diferencia de los vegetales –que sólo se nutren- y de los animales –que se nutren y se mueven (o sienten)-. El libro, como soporte del conocimiento y la producción artística humana, es entonces el objeto por el que el hombre puede, además de nutrirse y moverse, razonar y amar con voluntad.

Algunos dicen que el libro es un bien que se deposita en el espíritu humano. Otros dicen que el libro tiene valor en sí mismo. Al final, cada lector valorará lo que lee en un momento específico de su historia. Si hay amor, habrá lectura.

Rafael Sarmiento