Si la cama hablara...

¿Tengo derecho a decir que no? ¿O a calentarme igual que un hombre? ¿Puedo tener aventuras de una noche sin que por eso me cataloguen de puta? ¿Se acaba el mundo si le digo a mi novio que es pésimo en la cama? ¿Necesito una pareja si soy mucho más feliz masturbándome?

Sin pelos en la lengua, la psicóloga Constanza del Rosario se sumerge en el delicado mundo de la sexualidad femenina no para destapar tabúes sino para revelar verdades y guiar a sus lectoras, a las que llama princesas, a descubrir y asumir que el sexo (y la idea de la cama) es el gran motor de sus vidas.

No somos animales procreadores, somos animales de placer, sostiene la autora, que junto a sus colaboradores examina de qué manera las trancas y temores originados en la infancia crean ideales falsos que a la larga han atentado contra el derecho de disfrute y gozo de toda mujer. Desde las muñecas a los muñecos de carne y hueso, un libro que no deja títere de pie y menos causa indiferencia.