Carlos Almarza es un carnicero de 74 años que vive en la V Región de Valparaíso. Desde pequeño ha estado vinculado al mundo de los volantines, compitiendo cada año en los cerros porteños desde la época de las fiestas patrias en septiembre hasta el término del verano.
Don Carlos relata que inicia la fabricación a inicios de cada año al interior de su casa en las alturas de Playa Ancha cada volantín nace con la forma básica denominada “pechuguita”, constituida por no más de un milímetro de distancia, solo con cola fría y un “palito” como herramienta. Luego con la “pechuguita” Conformada va cortando y volviendo a pegar hasta crear el diamante que da vida a la forma final.
Su pasión por crear volantines nace por la necesidad de contar con los suficientes para cada competencia, lo que lo llevó espontáneamente a desarrollarse en el oficio con gran destreza, fabricando cientos de volantines con variedad en sus formas, llenas de color, en búsqueda del movimiento.
Al finalizar dicha tarea. Don Carlos cuelga cada volantín para el sacado en las paredes de su casa al igual que en toda la carnicería, marcando con un timbre de goma la frase “Carlos Almarza A. -Volantinero- Valparaíso- chile” a la espera de las competencias venideras o cuando haya algún encargo cercano que entregar.