Nuestra diversidad de paisajes

Septiembre, mes de la Patria y llegada de la primavera. Despedimos los festejos dieciocheros y damos la bienvenida al florecimiento de la naturaleza. Escritores de prosa y poesía han delineado nuestro territorio desde el desierto, pasando por nuestro vasto mar, bosques y hielos milenarios. Compartimos extractos de novelas, cuentos y poesía de autores chilenos.

 

-Un pesado aguacero no tardaría en rebotar contra sus frías hojas. ¡Qué delicia! Durante toda la noche, ella podría oír la lluvia azotar, escurrirse por las hojas del gomero como los canales de mil goteras fantasiosas. Durante toda la noche oiría crujir y gemir el viejo tronco del gomero contándole de la intemperie, mientras ella se acurrucaría, voluntariamente friolenta entre las sábanas del amplio lecho, muy cerca de Luis.

 (El Árbol, María Luisa Bombal)

 

-Le pareció que en esta parte del desierto, hasta el mismo cielo era estéril; por lo tanto ni una gota de lluvia había hollado esas arenas calcinadas, ni la sombra de ninguna nubecita expósita habría ungido su espinazo ardiente por los siglos de los siglos.

 (El arte de la Resurrección, Hernán Rivera Letelier)

 

-Regreso a los lugares de la Patagonia que conocí con mi memoria y los veo dibujados en un cuadro de trazos extraños e inolvidables, como los seres que la han habitado y a los que me ha tocado conocer de cerca. El olvido no existe cuando se ha vivido en ella, porque el paisaje que es la misma Patagonia se desliza cual ola gigantesca sobre una obra milenaria aún en construcción como la tierra misma.

(Antártico. Francisco Coloane)

 

Racimo digital para el rocío,

danzante fucsia, ave voladiza

en la espera inminente de su vuelo,

buscando el aire y amarrada al viento

por su semilla a tierras prometidas.

Todo está donde está. Nada te sobra,

Nada te falta, tierra sustentada

Del mismo germen que te funda en tierra.

(Bosque del Sur, Luis Oyarzún)

 

Lago Llanquihue, agua india,

antiguo resplandor terrestre,

agua vieja y agua tierna,

bebida de vieja gente,

agua fija como el indio

y como él fría y ardiente

y en tu pecho de marinero

tatuada de señales verdes.

(Lago Llanquihue, Gabriela Mistral)

 

De sur a norte subes por mi patria

a lo largo del viento,

con tu canasta de agua interminable

con tu casaca azul

 

que el tiempo no desgasta y cada día

dejas sobre la arena

una ola distinta, una fragancia

de perdurable espuma.

(Mar de Chile, Sara Vial)

 

-¡Témpano a babor!

-Corrió a su refugio, aterrado. Una montaña de hielo sin timonel amenazaba estrellarlos. El aire se congeló.

(Perico Trepa por Chile. Marcela Paz y Alicia Morel)

 

*Foto: Torres del Paine. Patagonia, Chile.