Edith Mützel de Berner proyecta una nueva edición del libro A la sombra de los Coigues"
Publicado el Enero 7, 2016 - 15:09Saboreando un veraniego y relajado cortado con torta, sorprendimos en amable tertulia a la afamada escritora de trayectoria nacional, Edith Mützel Rodríguez, junto a su amiga, y par local de las letras, María Martínez González en el céntrico Coffe de 21 de Mayo con Lagos.
La pedagoga de Inglés, alemán y filosofía en la Universidad de Chile, adelanta la primicia de volver a editar una de sus obras cumbres, como lo es A la Sombra de Los Coigües, pues está en pleno auge toda esta historia, donde no se cuenta que estén los colonos contra los mapuches sino que todo lo contrario, una relación pacífica, donde se trataron de entender y que en el fondo, tanto los mapuches como los colonos, fueron víctimas del gobierno, porque el gobierno tiró para un lado a los mapuches y a los colonos les dio terrenos, que les circunscribió bien y ahí se suscitaron problemas .
Añade la autora de la reciente publicación de su última obra La Flor de la Memoria Mía, que el texto que desea volver a lanzar, tuvo cuatro ediciones; que fue declarada por el Ministerio de Educación como material didáctico complementario, la última de ellas, regalada por la Embajada de Suiza en Chile.
Lamenta la maestra que vivió 30 años en Victoria, hasta donde viajó con su esposo, el agricultor de la zona de Adencul, Pablo Berner Viliger, y crecieron sus siete hijos, que hoy las editoriales planean una serie de requisitos para dar luz verde a la impresión, lo que dificulta estas proyecciones.
No es el caso de una de sus nietas, Camila Gutiérrez , becada en estados Unidos, y que acaba de lanzar su libro No me Amas, en la reciente Feria del Libro, y ha liderado por dos meses los ranking. Anteriormente, escribió, Joven y Alocada.
Así, de tarde, la ex integrante de la Editorial Zigzag y ex directora de la famosa revista infantil El Peneca, enhebra planes, bosqueja nuevas actividades en la casa de su hijo Pablo, y rodeada del afecto de sus amigos, como esta vez Maruja Martínez en interminables veladas que requerirían de un amplio auditorio, pues son pasajes de creación, que le harían bien a la cátedra de la zona.