Terremoto y Tsunami en Huasco 1922
Publicado el Mayo 24, 2010 - 11:56
Casi a la medianoche del 10 de Noviembre de 1922, la fuerza de la tierra se hizo sentir otra vez en Chile, ahora entre Vallenar y Coquimbo (aunque el sismo se sintió entre Antofagasta y Santiago).
Después del terremoto se produjo un tsunami registrado a lo largo de buena parte de la cuenca del Océano Pacífico.
Dicho tsunami alcanzó rápidamente la sección costera de la Región de Atacama, entre Huasco y Caldera, con olas de 5 a 7 m en Caldera y de 9 m en Chañaral, avanzando las aguas hasta un kilómetro tierra adentro; también arribó a Antofagasta y Coquimbo (en este último puerto las olas alcanzaron 7 m aproximadamente).
Por el oeste fue sentido desde las islas San Félix y San Ambrosio, abarcando un radio de 1.200 km. Estaciones sismológicas de Bélgica, Italia, España, Brasil, Grecia, Argelia, Egipto y Argentina registraron también el sismo.
Se le asignó una intensidad de VIII a X grados y más tarde, en la escala Richter, una magnitud de 8.5, lo que lo ubica como el segundo terremoto más grande del país.
Más de ochocientas fueron las víctimas, la mayoría de Vallenar (550), donde sólo 7 de las 740 casas existentes no registraron destrozos. Treinta minutos después del terremoto vino el tsunami, inundando los pueblos costeros entre Antofagasta y Chañaral.
En Copiapó el terremoto volcó el péndulo Wiechert de la estación sismológica, por lo que no hubo registros instrumentales. Un 40% de las casas quedó en el suelo y otro 45% quedó en pie, pero inhabitable.
El hospital, la comisaría, el Teatro Municipal, la iglesia parroquial y el Liceo de Niñas quedaron absolutamente destruidos. El cementerio presentaba un aspecto lamentable debido a la destrucción de tumbas y nichos con la consiguiente exposición de los restos allí inhumados. El estanque de agua potable que abastecía la zona resistió incólume gracias a su construcción de concreto armado. El daño de las cañerías, sin embargo, provocó de todos modos problemas graves de abastecimiento en los primeros días.
En Vallenar ocurrió algo similar, aunque allí la red de agua potable resistió mejor. Ya se dijo que sólo 7 de las 740 casas resistieron el embate. Hubo varias grietas en el suelo, algunas de hasta un metro de profundidad. También hubo dos incendios. El Instituto Comercial, la Escuela Superior de Niñas, el hospital, una escuela primaria y el teatro de la ciudad quedaron arruinados.
El juzgado y el edificio de Carabineros sufrieron también serios perjuicios en sus estructuras. Los daños económicos se calcularon en esa oportunidad en los 30 millones de pesos de la época.
Otro de los pueblos más dañados fue Chañaral, donde el mar entró cinco veces en marejadas sucesivas que llegaron hasta un kilómetro tierra adentro, destruyéndolo todo y cobrando al menos 17 víctimas. La parte baja de la ciudad era la más importante desde el punto de vista comercial y quedó arrasada. La estación del ferrocarril, la mastranza, la escuela, la fundición de la compañía francesa, el teatro, la compañía de bomberos, los hoteles y la Caja de Ahorro quedaron destruidos. Esta última, de un peso estimado en 15 toneladas, fue desplazada más de quince metros y sepultada por los escombros.
Freirina registró más de diez muertos y cien heridos a causa de los derrumbes de las viviendas. El 40% de las casas fue destruida o sufrió daños considerables. La línea de ferrocarril Vallenar Huasco sufrió serios daños. La iglesia del pueblo, sin embargo, fue uno de los pocos edificios que resistió relativamente bien, a pesar (o gracias al hecho) de estar construida con tabiques de caña.
Antofagasta no registró daños importantes por el sismo. El mar penetró a una cuadra tierra adentro, barriendo el lugar llamado La Isla, inundando el muelle de pasajeros, el resguardo, los baños y las casas de la avenida Brasil. Algunas embarcaciones vararon. No hubo pérdida de vidas humanas.
Caldera quedó varios días a oscuras. Sus casas, hechas de calamina y madera, resistieron bien. El tsunami, sin embargo, destruyó el edificio de madera de la Aduana, que salió flotando y luego se rompió en dos.
Coquimbo no lo pasó mejor, ya que el mar entró seis veces al pueblo, llevándose veinticuatro víctimas consigo, la mayoría de la población La Victoria. Se destruyeron el muelle, el malecón, las bodegas y edificios de The Coquimbo Co, parte de la Aduana y algunos vagones y oficina de ferrocarriles.
Carrizal Alto, Tongoy y Los Vilos sufrieron también el embate del mar.
Los informes técnicos de la época atribuyeron la gravedad de los daños al hecho de que Copiapó, Vallenar y Freirina, al menos, estaban construidas sobre terrenos de acarreo y en el caso de Vallenar a la presencia de pantanos incluso dentro del radio urbano. Por otra parte, las construcciones era de adobe o tapiales y se asentaban en áreas que no cumplían las más elementales normas de edificación. En el caso de los puertos, la causa más frecuente de daños serios fue su construcción de madera, la que fue desplazada por el maremoto y hecha golpear entre sí o contra otras estructuras más firmes. Los puertos y muelles de concreto armado resistieron bastante bien.
En esa época, era presidente de la republica Don Arturo Alessandri Palma, quien ante la magnitud de la tragedia, con fecha 12 de noviembre, visito Huasco a bordo del acorazado Almirante Latorre trayendo los auxilios para y víveres para los damnificados, junto con la suma de un millón seiscientos mil pesos..
Murieron entre las dos provincia, Atacama y Coquimbo, tres mil seres humanos y sus perdidas materiales se calcularon en treinta millones de pesos de esa época de18 d.
En el año 1922, " Maremotos y Tsunami en las Costas del norte de Chile", evento de gran envergadura y magnitud se declaró estado de sitio, igualmente como ocurrido con el terremoto el pasado sábado 27 febrero 2010, aproximadamente a las 03h30,
Al igual que el pasado terremoto del 27 de febrero que devasto al sur del país, en el terremoto de 1922 también se declaro "zona de catástrofe", el regimiento de arica en esa oportunidad mando 22 soldados al mando del teniente señor Betzhold, esta tropa fue la primera que llego a colaborar, el 7 de diciembre llegaron 150 hombres del regimiento ferrocarrileros.