Las consecuencias patrimoniales del terremoto en Alhué

La madrugada del pasado 27 de febrero dejaría fuertes consecuencias en toda la comuna, incluyendo a las edificaciones históricas que pertenecen a nuestro patrimonio monumental e intangible.

La Parroquia San Jerónimo, una de las imágenes más típicas de Alhué, quedó con gravísimos daños estructurales y aunque sigue en pie, el futuro de este monumento es incierto. Por esto, desde que ocurrió el sismo, las misas se están realizando en la capilla.

La Iglesia fue declarada monumento histórico el 07 de enero de 1974 y el pasado terremoto (1985) también la hizo sucumbir: “los daños fueron graves: el pórtico y la torre se separaron del muro frontal de la nave y se inclinaron hacia la calle, el corredor recién construido se desplomó; el muro testero exhibía grandes grietas en ambas esquinas, separándose de los muros laterales; presentaba grietas menores y desprendimiento de revoques, la cubierta de tejas se corrió en su totalidad. En síntesis, el estado del templo era amargamente penoso”, fue en ese entonces el diagnóstico de los profesionales del Consejo de Monumentos Nacionales, rescatado por Hernán Bustos en el libro Alhué huellas de cinco siglos.

Otra edificación que sufrió muchos daños fue la Casa Hacienda que perteneció a Mateo de Toro y Zambrano, monumento histórico que hasta ahora funcionaba como un centro vitivinícola y turístico. Ésta casa se construyó en 1840 y fue declarada monumento histórico. Sus dueños, en una entrevista dada al sitio Cybertour, afirman que no saben que pasará, pero que algunos expertos les han dicho que es posible restaurarla.

Por su parte, la mítica Casa del Diablo, como era conocido el hogar de la fallecida señora Estela Meza, también cedió por completo. En torno a ésta, durante muchos años, se construyeron una serie de leyendas sobre el diablo, llegando a afirmarse que allí éste se enamoró y vivió por algunos años, relatos que aún siguen vigentes en la memoria de los alhuinos y que el mismo terremoto ha engrosado.