"El tango de la Guardia Vieja".

La historia de Max Costa y Mecha Inzunza comienza en el año 1928 a bordo de un transatlántico que navega rumbo a Buenos Aires. Él trabaja como bailarín mundano, osease, invita a señoras solas o con maridos sosos a mover el esqueleto, y ella es la esposa de un afamado compositor, Armando de Troeye, al que le gusta contemplar cómo baila su mujer los tangos y otras cosas.

 

Comienza así una relación pasional de encuentros y ausencias. Reencuentro nueve años después en la ciudad de Niza, en circunstancia distinta y nueva para ambos. Nueva ausencia y reencuentro en Sorrento, tras treinta y nueve años donde la edad y los años han cambiado a nuestros protagonistas, casi.

 

 

En "El tango de la Guardia Vieja", Pérez-Reverte nos presenta una historia de lo que fue sin llegar a ser, en tres tiempos, donde el tango, el espionaje en plena Guerra Civil y el ajedrez marcan el entorno de cada encuentro y donde sólo los dos protagonistas permanecen mientras las circunstancias cambian.