GANADOR DEL CONCURSO "FOTORELATOS" BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL N°115

Ese día llovía mucho, yo tenía casi siete años y mi hermano cinco. Nuestro transportista nos retiró temprano del colegio. Algo había pasado, las calles estaban colmadas de agua, era difícil transitar por Avenida la Florida.
En nuestro departamento de General Yañez nos esperaba mi abuela, se había quedado desde el fin de semana. Ella nos esperaba para almorzar a eso de las dos de la tarde, pero habíamos llegado a las once de la mañana. Mi madre nos llamó desde su trabajo para contarnos que en las noticias decían que había ocurrido una desgracia en la quebrada de Macul, y que el barro se había llevado a muchas casas.
Pocos minutos después comenzamos a ver los helicópteros bajando desde la cordillera hasta lo que actualmente es el “Centro de Salud Familiar de la Florida”, en ese entonces un “peladero” por donde corría un pequeño canal. En ellos traían personas heridas, las que eran subidas a ambulancias. Policías, Bomberos, Rescatistas, Voluntarios, etc. Todos confluían frente a la Avenida.
Pocos días después, nuestra comuna y este mismo lugar recibirían a los cientos de damnificados a consecuencia de este desastre natural. Motoniveladoras y un ejército de personas levantarían una pequeña ciudadela de mediaguas con calles de tierra y servicios higiénicos.
Esta imagen habla de los primeros días de este campamento, antes que las familias llegaran a ocupar esta pequeña villa. Recuerdo que un día, meses después de ser ocupadas, mi padre nos llevó a conocer la realidad de esas familias… el campamento nos acompañó muchos meses, y desde la ventana de la habitación de mis padres, podía ver como se desarrollaba la vida.
Es increíble que veinte años después yo me haya convertido en Arquitecto de la Fundación Vivienda, ex Fundación Vivienda del Hogar de Cristo, desde donde salieron todas esas mediaguas, y que hoy me dedique a desarrollar Viviendas de Emergencias, como las que vi durante esos años, pero con la experiencia de haber conocido esa realidad, diseño para entregar una mejor calidad de vida a todos esos compatriotas que por una u otra razón deben volver a vivir en un campamento como este o viven en una permanente emergencia.


Diego H. Gana Arellano