La narrativa de Manuel Rojas
Publicado el Marzo 14, 2025 - 09:48
Nunca he podido pensar como pudiera hacerlo un metro, línea tras línea, centímetro tras
centímetro, hasta llegar a ciento mil, y mi memoria no es mucho mejor: salta de un hecho a
otro y toma a veces los que aparecen primero, volviendo sobre sus pasos solo cuando los
otros, más perezosos o más densos, empiezan a surgir a su vez desde el fondo de la vida
pasada.
Manuel Rojas. Hijo de ladrón. Madrid: Cátedra, 2001, p. 53.
Manuel Rojas Sepúlveda (1896-1973) fue un reconocido escritor chileno, autodidacta que
revolucionó la forma narrativa de época, rechazando el realismo tradicional del naturalismo
y el criollismo, cambiando las estructuras y el lenguaje, tanto como la sensibilidad de los
personajes y las situaciones narrativas. Es decir, incorporó a la literatura chilena rasgos
propios del superrealismo que comenzaron a aparecer en la generación de 1927, a la que
se describe junto a otros autores de carácter innovador como Juan Emar y Salvador Reyes.
En el concurso (1950) realizado por la Sociedad de Escritores de Chile, fue presentada su
novela Hijo de ladrón; con el título Tiempo irremediable, Manuel Rojas introdujo el monólogo
interior(o corriente de la conciencia), específicamente en el fragmento conocido como “La
herida”. Es la primera vez que en la narrativa chilena aparecen en forma consciente los
procedimientos utilizados en la novela anglosajona.
Otro rasgo importante, entre las innovaciones narrativas que aportó Manuel Rojas a la
literatura nacional, es la incursión psicológica y existencial en sus personajes, situados en
una condición de marginalidad social, como ladrones, pescadores, aventureros. actores de
teatro, bohemios, adolescentes en formación, entre otros. Uno de sus personajes más
importantes, Aniceto Hevia, es precisamente un adolescente en formación, la que es
representada en la conciencia de la tetralogía de aprendizaje, constituida por las novelas
Hijo de ladrón (1951). Mejor que el vino (1958), Sombras contra el muro (1964) y La oscura
vida radiante (1971).
También, la obra de Manuel Rojas tiene fuertes rasgos autobiográficos. El mismo autor fue
protagonista de diversas aventuras que lo llevaron a atravesar la cordillera de Los Andes a
pie por el Cajón del Maipo y a desempeñar múltiples oficios en su vida, como apuntador de
teatro y cuidador de lanchas en Valparaíso. obrero y viajero; experiencias que quedaron
plasmadas en textos como: A pie por Chile, Lanchas en la bahía o los escritos recogidos en
su Antología autobiográfica.
Sumando diversas experiencias, además de su nutrida obra narrativa, Manue Rojas escribió
textos de carácter teórico como Apuntes sobre la expresión escrita y una Breve historia de
la literatura chilena. Además, colaboró regularmente con variados artículos en la revista
Babel. También incursionó en la poesía, con el soneto “Gusano”, antologado en la revista
Los Diez, y los libros "Tonada del transeúnte" (1927) y "Deshecha rosa" (1954).
Con su vasta trayectoria literaria, Manuel Rojas recibió el Premio Nacional de Literatura en
1957.
Edición: Camila García - Javiera Díaz
Fuente: https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3592.html
Fotografía: https://educrea.cl/manuel-rojas/