La narrativa de Manuel Rojas
Publicado el Marzo 14, 2025 - 09:39
Nunca he podido pensar como pudiera hacerlo un metro, línea tras línea, centímetro tras centímetro, hasta llegar a ciento mil, y mi memoria no es mucho mejor: salta de un hecho a otro y toma a veces los que aparecen primero, volviendo sobre sus pasos solo cuando los otros, más perezosos o más densos, empiezan a surgir a su vez desde el fondo de la vida pasada.
Manuel Rojas. Hijo de ladrón. Madrid: Cátedra, 2001, p. 53.
Manuel Rojas Sepúlveda (1896-1973) fue un reconocido escritor chileno, autodidacta que revolucionó la forma narrativa de época, rechazando el realismo tradicional del naturalismo y el criollismo, cambiando las estructuras y el lenguaje, tanto como la sensibilidad de los personajes y las situaciones narrativas. Es decir, incorporó a la literatura chilena rasgos propios del superrealismo que comenzaron a aparecer en la generación de 1927, a la que se describe junto a otros autores de carácter innovador como Juan Emar y Salvador Reyes.
En el concurso (1950) realizado por la Sociedad de Escritores de Chile, fue presentada su novela Hijo de ladrón; con el título Tiempo irremediable, Manuel Rojas introdujo el monólogo interior(o corriente de la conciencia), específicamente en el fragmento conocido como “La herida”. Es la primera vez que en la narrativa chilena aparecen en forma consciente los procedimientos utilizados en la novela anglosajona.
Otro rasgo importante, entre las innovaciones narrativas que aportó Manuel Rojas a la literatura nacional, es la incursión psicológica y existencial en sus personajes, situados en una condición de marginalidad social, como ladrones, pescadores, aventureros. actores de teatro, bohemios, adolescentes en formación, entre otros. Uno de sus personajes más importantes, Aniceto Hevia, es precisamente un adolescente en formación, la que es representada en la conciencia de la tetralogía de aprendizaje, constituida por las novelas Hijo de ladrón (1951). Mejor que el vino (1958), Sombras contra el muro (1964) y La oscura vida radiante (1971).
También, la obra de Manuel Rojas tiene fuertes rasgos autobiográficos. El mismo autor fue protagonista de diversas aventuras que lo llevaron a atravesar la cordillera de Los Andes a pie por el Cajón del Maipo y a desempeñar múltiples oficios en su vida, como apuntador de teatro y cuidador de lanchas en Valparaíso. obrero y viajero; experiencias que quedaron plasmadas en textos como: A pie por Chile, Lanchas en la bahía o los escritos recogidos en su Antología autobiográfica.
Sumando diversas experiencias, además de su nutrida obra narrativa, Manue Rojas escribió textos de carácter teórico como Apuntes sobre la expresión escrita y una Breve historia de la literatura chilena. Además, colaboró regularmente con variados artículos en la revista Babel. También incursionó en la poesía, con el soneto “Gusano”, antologado en la revista Los Diez, y los libros "Tonada del transeúnte" (1927) y "Deshecha rosa" (1954).
Con su vasta trayectoria literaria, Manuel Rojas recibió el Premio Nacional de Literatura en 1957.
Edición: Camila García - Javiera Díaz
Fuente: https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3592.html
Fotografía: https://educrea.cl/manuel-rojas/