Kung Fu en la Biblioteca de Carahue

Kung Fu en la Biblioteca de Carahue


 


Con gran entusiasmo comenzaron los talleres de Kung Fu (WUSHU) en la Biblioteca Municipal de Carahue. Los participantes llegaron desde temprano a nuestra biblioteca y aprovecharon para entretenerse leyendo para acortar la espera. Lo que parecía estar destinado a ser una actividad de tímidos comienzos, se torno en una actividad invadida de energía, y sonoras patadas de Kung Fu realizadas por mujeres, hombres, niñas y niños.


 


Se sintió un ambiente de camaradería y ganas de aprender, en una clase que reunió a padres e hijos en una actividad compartida. La trascendencia de este taller solo puede ser interpretado al conocer el impacto en el auto estima de quienes participan, ya lo dicen los expertos, cuando se combina y se comparte en comunidad el deseo de sentirse empoderado gracias a una disciplina que promueve mente sana en cuerpo sano; ese es un camino seguro a la auto confianza y la no agresión.


 


La brillante participación de la profesora Marcelina Cabezas, Campeona Nacional y Panamericana de nuestro país de Wushu, nos dejo a todos impresionados. Una breve muestra de destreza con el sable, le dio a los asistentes la suficiente motivación para querer aprender, “esta es una de las metas, dijo ella refiriéndose a la destreza con el sable, de Carahue pueden surgir grandes competidoras y competidores”, pero todo comienza con aprender lo básico del Wushu, lo primero es entender que esta es una disciplina que requiere trabajo y concentración, no busca la pelea afirmo, busca el auto control.


 


La concurrencia fue más grande de la esperada, tuvimos que movernos a una sala de mayor tamaño para albergar a todos los presentes, aprovechamos la oportunidad del taller para hablarles a quienes asistieron de las oportunidades de capacitación y actividades entretenidas en nuestras bibliotecas.


 


Las mamas karatekas, también se motivaron “me encantó, me doy cuenta que mi hija me miro de forma distinta, no solo como su mama, si no como su mama fuerte” dijo una de ellas. “En realidad me levanto el auto estima” dijo otra, “Ellas tienen más flexibilidad para hacer los giros y estirar las piernas, los movimientos parecen simples pero exigen un buen control físico” nos dijo un papa quien vino a dejar a sus hijas al taller. “Imagínense nosotras estábamos saltando y pateando los movimientos con los compañeros varones y lo hacíamos bien, estábamos al mismo nivel”,


 


Y en el fondo esa era la intención de esta actividad de fomento a la lectura, poner en el mismo nivel a todos los usuarios y motivarlos a compartir una actividad que los une y los reúne, y además les enseña la importancia del auto control y del conocerse a si mismo. La mirada de quien practica artes marciales no es promover la violencia, es más bien prepararnos para evitarla. Aprovecharon los participantes para llevarse libros de la biblioteca, y los más chicos, hicieron de la biblioteca y el centro cultural su casa. ¡Gracias a todos por participar!